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Centro de Información a la Mujer

• No estás sola.
• Lo que ha ocurrido no es culpa tuya. El único culpable es el agresor. 
• Habla con las personas en las que confíes, familia o amigas, es una buena medida. Busca ayuda. 
• Solicita información y asesoramiento especializados para superar esta situación (Centros Provinciales del Instituto Andaluz de la Mujer, Centro Municipal de Información a la Mujer, teléfono gratuito 900 200 999) 
• Acude al Centro de Salud y confía en tu médico/a de familia para empezar cuanto antes el proceso de recuperación de tu estado de salud tanto físico como emocional. 
• Promueve hábitos saludables para la recuperación de tu estado de salud. 
• Mantén el máximo nivel de alerta posible. Se desaconseja el consumo de medicación (no prescrita por personal facultativo) que pueda disminuir el estado de conciencia. 
• Si estás casada y decides irte de casa, debes saber que el hecho de salir del domicilio por una causa razonable, como puede ser temer por tu integridad o tu salud física o psicológica, no se considera como incumplimiento del deber de convivencia y no implica la pérdida de ningún derecho si en el plazo de 30 días presentas la demanda de separación.
• Exige justicia y una vez hayas sido asesorada por personal especializado, denuncia la violencia y solicita las medidas cautelares oportunas para tu protección y seguridad. 

¿Cómo es la violencia de género?  

Se puede dar en todos los grupos sociales y en todos los niveles socioeconómicos y culturales. 

• El agresor ejerce la violencia para someter a la mujer y perpetuar así la relación de dominio y de control. 

• Los actos violentos se repiten y van aumentando en intensidad, siguiendo el denominado “Ciclo de la Violencia”. Este ciclo consta de tres fases:  

1. Acumulación de tensión: Se detecta al observar cambios imprevistos y repentinos en el estado de ánimo del agresor. Reacciones agresivas a sus frustraciones o ante cualquier señal de independencia que manifieste la mujer. 
2. Explosión de la violencia: Descarga de la tensión acumulada. Esta violencia puede adoptar distintas formas y grados de intensidad. 
3. “Luna de Miel”: Es la fase de manipulación afectiva. Disminuye la tensión. El agresor puede pedir perdón y prometer no volver a ser violento. Reconoce su culpa y resurge la relación. Sin embargo esta etapa dará paso a una nueva fase de tensión. 

• En los malos tratos no existe amor, si no posesión, control y dominio. El agresor alterna conductas abusivas y violentas con manifestaciones de arrepentimiento y aparente amor. 
• La víctima siente miedo, vergüenza y sentimiento de culpa por creer que ha sido ella la causante de la acción violenta del agresor, de haber sido incapaz de detenerla, o de ser incapaz de salir de la misma. 
• La violencia no son solo los golpes, también es violencia la verbal, emocional, económica, psicológica, ambiental y sexual. 
• La violencia de género no es un asunto privado, es un delito. 
• Cuando el padre agrede a la madre en presencia de las hijas e hijos, estos aprenden modelos de relación y comportamientos violentos alejados de la normalidad social, perjudicando su desarrollo. Además es frecuente que también sufran agresiones. 
• El que la mujer no deje a su agresor desde un principio puede deberse a muchos motivos como: 
  • Piensa que él cambiará. 
  • Teme el sufrimiento emocional de sus hijos/as. 
  • El estado psicológico en que se encuentra, pérdida de autoestima y miedo, le impide poder tomar una decisión. 
  • Teme que su pareja le agreda si se separa. 
  • No tiene independencia económica. 
• Cuando una mujer solicita ayuda generalmente la situación ya es muy seria y peligrosa. 
• En la mayoría de las ocasiones las agresiones son premeditadas, aprovechando las situaciones de mayor aislamiento o que le puedan crear mayor dolor a la víctima. 
• El alcohol y las drogas en ningún caso justifican las actitudes violentas. 
• El agresor no es un enfermo mental, es plenamente responsable de sus actos. 

Tipos de Violencia 

• Abuso físico: 

Dar puñetazos, patadas, pellizcos, mordiscos, tirones de pelo, golpes, quemar, encerrar, atar, encadenar, tirar de los brazos o manos para impedir el movimiento o forzarlo, cortar, pinchar, obligar a comer elementos incomibles, privar de comida, expulsar del domicilio, obligar a consumir alcohol, drogas…, pudiendo desembocar en homicidio. 

• Abuso emocional, verbal y psicológico: 

El agresor aísla, controla, prohíbe, rebaja la autoestima, culpabiliza, humilla, ridiculiza, insulta, amenaza, anula… 

• Abuso sexual: 

Exigir relaciones sexuales, castigar si no se accede a ellas, introducción a la fuerza de miembros corporales u objetos en la vagina o en el ano, obligar a practicar una felación, a ver pornografía, a adoptar posturas degradantes…. 

• Abuso ambiental: 

Es el resultado de destruir el entorno, golpear y romper objetos, esconder o romper los objetos de trabajo o de estudio de la mujer, no respetar su correo, arrojar sus cosas a la calle, impedir el descanso, maltratar a sus animales o mascotas… 

• Abuso financiero o económico: 

Limitar o retener el dinero, ocultar ganancias, no proveer a las necesidades de la familia proporcionalmente a los ingresos, tomar decisiones unilaterales en cuanto a gastos, obligar a justificar gastos, ocultar bienes gananciales,… 

RECOMENDACIONES 

• Solicita información y asesoramiento especializado en los centros y servicios que el Instituto Andaluz de la Mujer pone a tu disposición de forma gratuita para prevenir y paliar las consecuencias de estas agresiones y ayudarte a la hora de tomar una decisión. Recuerda que la decisión final sobre cada asunto es TUYA. Informarte no supone denunciar. Si no te atreves a denunciar porque tienes miedo o vergüenza piensa que has sido víctima de un delito y que la Administración de Justicia puede y debe reparar el daño causado. 
• Deja en un lugar seguro la documentación que pudiera hacerte falta. Libro de familia, DNI, tarjeta de residencia o permiso de trabajo si eres extranjera, carné de conducir, tarjeta sanitaria, libretas bancarias, documentos judiciales, sociales y médicos que te afecten, dinero… Si no puedes hacerlo no te preocupes, ya se arreglará.  
• Si precisas atención médica acude a un centro sanitario sin ocultar la verdadera causa u origen de las lesiones. Se te realizará un reconocimiento y examen de las lesiones físicas, tu estado emocional y las exploraciones que sean necesarias. Se remitirá un informe al juzgado competente y se te facilitará copia del parte médico que describa las lesiones sufridas, los análisis realizados y el tratamiento aplicado. Es aconsejable fotografiar y fijar la fecha de las lesiones físicas antes de que desaparezcan. La información del parte médico es muy importante para que los Tribunales de Justicia identifiquen el delito. 
• Presenta denuncia en Policía Nacional, Guardia Civil o Juzgado. Pide que te asista un/a abogado/a de oficio para formular la denuncia. En ella se recogerá el relato de los hechos y de los antecedentes de violencia de género si los hay. Se adoptarán medidas para garantizar tu integridad física y psíquica y la de tus hijos, hijas y personas dependientes de ti. Tienes derecho a que te den una copia de la denuncia y a que te informen de tu derecho a solicitar una orden de protección. 
• Solicita asistencia jurídica. En casos de Violencia de Género te corresponde justicia gratuita. Solicítala en el Colegio de Abogados. 
• Legaliza tu situación familiar. Divorcio, separación o nulidad si estáis casados, Guarda y custodia si tenéis hijos o hijas menores, manutención de hijos/as menores, etc. Recuerda que en situaciones de violencia de género se prohíbe recurrir a los servicios de mediación. 
• Solicita Orden de Protección si piensas que estás en una situación de riesgo. Si el/la Juez/a considera que estás en una situación de riesgo, puede otorgar una Orden de Protección que es una resolución legal en la que se establecen tanto medidas penales orientadas a impedir la realización de nuevos actos violentos (alejamiento…), como protectoras de índole civil (uso del domicilio conyugal, guardia y custodia de menores, pensión por alimentos,…) y social para evitar el desamparo de las víctimas (ayuda económica, recursos de acogida…). La Orden es rápida y activa inmediatamente los instrumentos de protección social. Tiene un plazo determinado de duración, aunque pueden prorrogarse o renovarse, si se ve oportuno.
• Si estás en una situación de grave riesgo MÁRCHATE y no te preocupes por nada. NO PIERDES NINGÚN DERECHO. Tu vida y la de tus hijos/as es lo más importante. Una vez fuera solicita asesoramiento especializado. Si no puedes llamar a la policía o te impide salir, abre puertas y ventanas, grita, pide socorro, llama a los/as vecinos/as…  

TELÉFONOS IMPORTANTES EN SITUACIONES DE EMERGENCIA: 

• 112 Emergencias 
• 091 Policía 
• 016 Teléfono de información contra los malos tratos. No deja rastro en el registro de llamadas. 
• 900 200 999 Teléfono 24 h. del Instituto Andaluz de la Mujer donde recibirás todo tipo de información de que hacer y donde dirigirte.