El concejal de Consumo, José Cobos, ha explicado que "se trata de difundir unas pautas de actuación que faciliten a la ciudadanía sus compras por Internet, habida cuenta de las posibilidades que las nuevas tecnologías nos ofrecen en la actual sociedad de la información y la comunicación. Posibilidades que, no obstante, no están exentas de problemas que es posible evitar".

Es aconsejable a la hora de comprar un producto en la Red comparar precios y condiciones en varias web, aplicar sentido común ante las ofertas excesivamente bajas y ser prudente ante las páginas de otros países, ya que la legislación sobre privacidad o transacciones comerciales puede ser diferente.

Para saber si un sitio es seguro hay que observar la barra de navegación, que debe empezar con las letras https://. La "s" final indica que es un sitio seguro. Si además a pie de página aparece la imagen de una candado cerrado o una llave, se trata de una conexión segura. También es un indicador la frase "Secure Socket Layer (SSL)".
Hay que informarse bien de las condiciones de contratación o compra del producto, leer detenidamente la política de privacidad y proporcionar la menor cantidad posible de datos personales. Jamás hay que contestar una pregunta que se considere inapropiada y si se exige como obligatoria, es mejor buscar otra web.

El pago por Internet tiene el mismo riesgo que las compras por teléfono o por catálogo. El método más seguro es contra reembolso. De no existir esta opción, se puede hacer mediante tarjeta o con sistemas de minipagos como Pay Pal. Para utilizar la tarjeta hay que comprobar que la conexión es segura.

Hay que conservar los correos o justificantes de confirmación de la compra: son como un recibo y una prueba en caso de reclamación. Se puede ejecutar el derecho de desistimiento durante siete días. El vendedor ha de entregar el producto adquirido en 30 días, caso de que no especifique ningún plazo.

La mayoría de los fraudes en Internet están relacionados con las tarjetas de crédito. Los diez más frecuentes se encuentran en las subastas, las ventas piramidales, viajes y vacaciones que no se ajustan a la realidad, ofertas de trabajo engañosas, solicitud de datos bancarios y de números de tarjetas, inversiones sospechosas, productos milagrosos, accesos a determinados servicios de Internet, "oportunidades" de negocio y tarificaciones telefónicas desproporcionadas al acceder "gratuitamente" a páginas web de contenido sexual.