El Área de Mantenimiento comienza el tratamiento contra el escarabajo picudo de las palmeras de la ciudad

El Área de Mantenimiento del Ayuntamiento de Antequera ha comenzado las labores de tratamiento y actuación sobre las palmeras de la ciudad frente a la amenaza que supone para las mismas la acción nociva del escarabajo picudo rojo. Medio centenar de estas especies vegetales serán supervisadas al respecto, pudiéndose dar el caso de que muchas de ellas estén en peligro al no haberse procedido hasta ahora a la puesta en marcha de dicho tratamiento.

 

 

Operarios municipales de la sección de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Antequera han comenzado la actuación preventiva, en algunos casos, directa, en otros, sobre el medio centenar de palmeras plantadas en espacios públicos de la ciudad que pueden verse afectadas por una plaga de escarabajos picudos rojos. El teniente de alcalde delegado del Área de Mantenimiento, Andrés Calvo, confirma que no ha sido hasta ahora cuando se ha procedido a la actuación sobre unas especies vegetales, las palmeras, que pueden estar afectadas desde hace años por este tipo de agresiones provocadas por una variedad de escarabajo, el picudo rojo, que puede llegar a destruir las mismas: "Los daños causados por las larvas son visibles muy tarde, y cuando los primeros síntomas de infestación aparecen, son tan graves que resultan generalmente en la muerte de la palmera. A pesar de ello y de la falta de previsión y atención del anterior equipo de Gobierno socialista, confiamos en que el tratamiento que se está aplicando surta efecto a tiempo".

El tratamiento que ya se está realizando es la aplicación, en la copa de la palmera, de un baño de Imidacloprid, así como la incrustación, en el tronco de la palmera, de dos piquetas a través de las cuales se inyecta Abamectina. Este tratamiento se realizará de forma periódica, siendo efectivo como medida de prevención ante la aparición de estos insectos. En el caso de que la palmera esté infectada desde hace tiempo, los operarios procederán a cortarla para quemarlas o enterrarlas posteriormente, únicas formas aconsejadas para que el escarabajo no se propague.