El Taller Municipal de Restauración acomete una nueva intervención en la Virgen de los Afligidos, talla que saldrá en procesión este Jueves Santo dentro del paso del Cristo de la Misericordia

El Área de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Antequera informa de la realización de una nueva intervención de mejora y conservación en la Virgen de los Afligidos, talla perteneciente a la iglesia de San Pedro que procesiona cada Jueves Santo dentro del trono del Cristo de la Misericordia. En esta ocasión se ha intervenido sobre una espiga de madera fracturada en el brazo derecho.

La concejal delegada de Juventud y Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Antequera, Eugenia Acedo, confirma el desarrollo de una nueva intervención de mejora y conservación en la talla de la Virgen de los Afligidos, imagen de candelero realizada en el siglo XVIII que pertenece a la iglesia de San Pedro y que ya en el año 2000 fue motivo de una amplia restauración por parte del Taller Municipal. El trabajo realizado en aquel momento fue laborioso, consistiendo en la sustitución total del candelero, se tallaron nuevas espigas de madera para las articulaciones de los brazos y se eliminaron repintes en rostro, cuello y manos. De mayor complejidad fue la restauración del globo de vidrio del ojo izquierdo, que presentaba una fractura bastante importante con pérdida de material. También se realizaron nuevas lágrimas y pestañas para ambos ojos. Se finalizó con la limpieza de policromía y reintegración de pequeñas lagunas, gran parte de ellas ocasionadas por los alfileres utilizados en el momento de vestir a la imagen.

Hoy, el proceso seguido ha sido más sencillo. El motivo del regreso al Taller Municipal de la imagen fue la fractura de una espiga de madera en la articulación del brazo derecho. Tras la sustitución de esta, también necesitó intervención otra fractura, la del dedo meñique en la mano izquierda. A continuación, se reintegraron numerosas señales de alfileres que marcaban la policromía de la talla, igual que sucedió en la primera restauración. Y por último, se llevó a cabo una suave limpieza en rostro y manos, colocando varias de las lágrimas que le faltaban.