La feria, expresión del orgullo de sentirse antequeranos

El alcalde de la ciudad, Ricardo Millán, presidió el acto del pregón de la Real Feria de Agosto, y en su intervención destacó la importancia de las tradiciones locales, entre ellas las fiestas, en la conmemoración del VI Centenario de la Incorporación de Antequera a la Corona de Castilla. A continuación, el texto íntegro de las palabras del alcalde.

Damos comienzo a una Real Feria de Agosto muy especial, pues a lo largo de todo este año estamos celebrando el VI Centenario de la Incorporación de Antequera a la Corona de Castilla. Y como no podía ser menos, en la conmemoración de estos 600 años, nuestras tradiciones, transmitidas a través de muchas generaciones, ocupan un lugar central. Y entre ellas, nuestra feria.

Las fiestas de agosto, las que vivimos actualmente, no habrían llegado a ser lo que son sin la participación de todos los antequeranos y antequeranas que las han vivido a lo largo de su historia, y que han sabido imprimir nuestro carácter a una feria intensa y especial.

Hemos recibido su legado y la responsabilidad de conservar ese carácter, pero también de llevar la feria más allá, de hacerla evolucionar con nuestros tiempos, y de continuar construyendo un espacio de convivencia en el que nuestras familias, y todas aquellas personas que nos visitan, sientan como propio este acontecimiento singular.

La brillantez de una feria no se mide por la luz que desprende el ferial, ni por las inversiones que se emplean en ella, ni por los actos oficiales que se suceden día a día. La brillantez de una feria se mide por la amplitud de la sonrisa de los niños; por la alegría de vivir de nuestros jóvenes; por la ilusión de nuestros mayores; por el placer de compartir, de una forma especial, unas horas con nuestros seres más queridos; por el reencuentro con los amigos que regresan a su tierra, a la nuestra, y se emocionan disfrutando de nuevo las fiestas.

La Real Feria de Agosto de 2010, la feria del VI Centenario, es más que nunca la expresión del orgullo de ser antequeranos, la voluntad de seguir mejorando, el convencimiento de que nos definimos a través de lo que hacemos, y que lo hacemos de una forma especial. La feria de 2010 es lo que los antequeranos y antequeranas decidan que sea. Y, como siempre, allí estarán, en el ferial, sintiéndose felices de participar y de hacer grandes sus fiestas.

Todo antequerano siente el impulso de acudir a las grandes citas que comparte con sus conciudadanos, de saberse unidos, y por lo tanto fuertes. Y también siente el impulso de actuar en beneficio de su familia y de su ciudad, de esforzarse por el bien de todos, de pertenecer a una comunidad con valores en la que Antequera está por encima de las apetencias personales. Nuestra contribución a un proyecto común, a un proyecto de futuro, es una responsabilidad que supera sobradamente las diferencias, los detalles, para centrarse en conseguir una sociedad mejor y más justa, próspera y solidaria, tolerante, y valiente a la hora de elegir el camino a seguir.

Ninguna de las personas que vivimos y trabajamos, que crecemos y maduramos, que legamos a nuestros hijos y nietos el fruto de nuestro esfuerzo por Antequera, nadie, repito, pensaría siquiera un segundo en no afrontar sus responsabilidades, en retroceder ante los nuevos retos, en no completar una tarea exigente. Tenemos miles de ejemplos cada día, en nuestras calles, en nuestros comercios, en nuestros hogares.

Ejemplos que se basan en la verdad, en la ética, en ayudar a los demás, en arrimar el hombro, en el trabajo bien hecho. Ejemplos de los que todos debemos aprender, especialmente quienes manifiestan aspiraciones en las que no se permite ningún tipo de atajo, pues para realizarlas es necesaria la confianza de todo un pueblo.

Las miles de personas que van a acudir al recinto ferial en estos días de agosto, su sencillez, su honestidad cotidiana, son nuestro ejemplo. Y entre ellas, nuestra pregonera, Rosa Miranda, y nuestra regidora, Inmaculada Rodríguez.

Rosa Miranda es un maravilloso exponente de la juventud antequerana, una juventud preparada, dispuesta a superar objetivo tras objetivo, a hacer de su trabajo una pasión, y a ofrecer una tremenda calidad en todo proyecto que emprende. Y recoge el testigo en este acto del pregón de la mano de otra Rosa, Rosa Torres, que a todos nos emocionó el año pasado. A Rosa la he visto crecer y madurar profesionalmente, pues ha participado de forma continua en muchas actividades que se han organizado en nuestra ciudad. Con un presente ya consolidado, nos augura un futuro próximo tremendamente prometedor y llevando siempre a gala el nombre de Antequera. A los que te conocemos no nos ha sorprendido tu pregón, pues sabemos de tu calidad artística y de tu orgullo de ser antequerana.

Inmaculada Rodríguez refleja las virtudes de la mujer antequerana, antequerana de sentimiento y de obra, que nos aporta su gran labor profesional y social, sus valores de solidaridad y respeto a los demás, su incansable trabajo. Y toma el relevo de María Romero, admirable persona ante la que no cabe sino escuchar y aprender. Su labor al frente de la Guardería de San Juan ha permitido que muchos antequeranos y antequeranas hayan pasado por su tutela en los primeros años de sus vidas. Pero si importante es su labor profesional, no menos lo es su dedicación, a ese Coro de Mayores al que poco a poco le va sacando los frutos de una labor constante con ese colectivo que se lo merece todo. No sólo al Coro, sino a cuantas actividades se organizan en el Centro de Día de la Calzada. Entre pequeños y mayores se desarrolla su vida, ejemplo para todos los que queremos nuestra ciudad.

Antequeranos y antequeranas, estamos empezando a vivir la Real Feria de Agosto 2010, la feria del VI Centenario. Acudamos al Parque del Norte, a las casetas, a las atracciones . Acudamos al reencuentro con nuestra historia, a la cita con nuestro carácter, al espacio común en el que todos nos reconocemos como antequeranos. Que den comienzo las fiestas.